El uso de los colores es sumamente importante en el arte, en realidad, es un elemento básico en toda composición artística desde las primeras expresiones del ser humano en las cuevas. Por medio del color, los artistas expresan emociones y sensaciones a sus espectadores, y mucho se puede saber sobre el caracteres del mismo estudiando los patrones, distribución y la paleta de colores que utilizó en sus obras.
El color cobró una importancia fundamental a finales del siglo XIX, cuando los artistas lo empezaron a ver como fuente de inspiración. Tal fue el caso del movimiento pictórico llamado Impresionismo, cuyo más conocido pintor fue Claude Monet. El impresionismo buscaba hacer sentir al máximo la impresión que produce todo lo que nos rodea, evitando los tonos oscuros y los limites en los objetos. Había detrás toda una filosofía de lo momentáneo del clima, y los movimientos intrínsecos de todo lo que tenemos alrededor.
Otros movimientos que le siguieron al Impresionismo y que fueron muy importantes en el desarrollo del color en el arte, fueron: el Post impresionismo, Fauvismo, Expresionismo, entre otros. Todos los movimientos pictóricos que han existido, han sido una constante evolución de la percepción, distribución y uso del color.
De todos los movimientos artísticos históricos, el Fauvismo es uno de los más arriesgados. En este movimiento artístico, el pintor hace un uso provocativo del color, a veces un poco salvaje y contrastante. EL artista que represento este movimiento fue Henry Matisse.
Más tarde el arte se desarrollo con otros motivos y objetivos en mente pero siempre teniendo el color como un elementos irremplazable en cualquier composición artística. Uno de los movimientos artísticos que más me llaman la atención por sus composiciones, el uso del color que en este caso es imprescindible, es el Arte Ingenuo, también llamado Art Naif (en francés), y que se caracteriza por su ingenuidad y espontaneidad a la hora de representar los elementos que lo rodean.
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